La Dra. Bethany Rushworth cuenta su experiencia y le ofrece la oportunidad exclusiva de conocer mejor el trabajo que hace para contribuir a su desarrollo profesional. Encontrará consejos para comunicarse e interactuar con sus pacientes, estrategias de gestión del estrés y testimonios sobre cómo marcar y alcanzar metas, así como pautas para conciliar la vida laboral y privada en tiempos de pandemia. ¡Déjese inspirar por sus consejos!
La Dra. Bethany Rushworth, dentista galardonada y autora de numerosas publicaciones científicas, lleva años dedicándose al desarrollo personal de los dentistas. Sus años de experiencia como coach le han dado una perspectiva muy interesante de la odontología del día a día.
Una de las quejas más habituales en odontología es por la comunicación o por la falta de comunicación.1 Es bastante lógico, puesto que es poco probable que alguien denuncie o se queje de una persona que le cae bien. Al comunicarnos de manera efectiva con los pacientes, podemos educarlos, no solo potencialmente, mejorando su salud bucal, sino también ayudándoles a comprender por qué el tratamiento que recomendamos es valioso e importante. Si las cosas se explican con claridad, los pacientes pueden tomar decisiones informadas sobre su cuidado, minimizando las probabilidades de que se quejen y mejorando su experiencia. Como dentistas, también podemos confiar de forma significativa en el boca a boca, por lo que preocuparnos por que la experiencia de los pacientes sea estupenda puede tener repercusiones a largo plazo, como aumentar el número de pacientes y mejorar su satisfacción.
Explicárselo todo con claridad a los pacientes desde el principio le hará la vida más fácil al dentista. Los pacientes acudirán a su cita sintiéndose informados y en la mayoría de los casos se ahorrará el tiempo de tener que explicar las cosas y resolver dudas. El resto del equipo también se lo agradecerá, puesto que habrá menos pacientes con preguntas difíciles que tal vez tenga que responder el personal no sanitario. De esta forma se evita que los pacientes reciban información incorrecta y se confundan aún más.
El 99 % de las veces explico cada situación o cada circunstancia con las mismas palabras, como si siguiera un guion. Lo cambio un poco para adaptarlo a cada paciente, pero el contenido y el lenguaje que uso en general son los mismos. De esta forma, no solo me aseguro de no olvidarme de nada, sino que además los auxiliares que trabajan conmigo se quedan con la copla. Más de una vez los he oído dando la misma descripción que doy a mis pacientes. La homogeneidad dentro del equipo garantiza que los pacientes comprendan realmente qué pasa y ayuda a evitar que falte información o se produzcan malentendidos. Al introducir el hábito de utilizar un sistema o seguir una rutina, las citas transcurren con más fluidez y tengo la certeza de haber dicho todo lo importante en cada visita. También me gusta utilizar imágenes o diagramas y modelos en 3D para explicarles cosas a mis pacientes. Pueden resultar de gran ayuda para quienes sean más visuales o cuando las cosas no quedan del todo claras.
Aunque está muy bien decirles todo esto a nuestros pacientes, también es fundamental documentarlo. Con todas las personas que vemos y hablamos al día, sería imposible recordarlo todo, sobre todo en un periodo de semanas, meses e incluso años. Unas notas detalladas deben incluir la información proporcionada y una lista con los puntos más importantes que se han tratado en esa cita para disponer de una referencia rápida en las visitas posteriores.
Párese a pensar en la disposición de su sala. ¿Cómo podría mejorarla? Por ejemplo, ¿se podría colocar el ordenador de tal forma que pudiera tomar notas mientras habla con el paciente? ¿O podría colocar una silla en algún sitio para que los pacientes se sentaran a ver imágenes en la pantalla? Si bien no todo el mundo podrá darse ese lujo, hay otros aspectos que podemos tener en cuenta, como utilizar una tablet para mostrarle las imágenes al paciente o incluso hacer un libro de imágenes y diagramas.
[1] Why do dental patients complain? Br Dent J 215, 386 (2013)